En “Más allá del principio de placer”, a propósito de la pulsión de muerte, Freud reivindica el derecho de invención especulativa, persiguiendo una idea, entregándose a una argumentación, combinando varias veces, en sucesión, lo fáctico con lo meramente excogitado[7] y elabora de ese modo el estatuto y el rol de la elaboración teórica psicoanalítica, la función de ese más allá de la experiencia, la dimensión meta que encontramos en su obra, lo que llama la especulación psicoanalítica y a la que pertenece de pleno la hipótesis filogenética. En “Análisis terminable e interminable”, retoma la cuestión estableciendo una ecuación entre especular, teorizar y fantasear[8], mostrando que la especulación llevada a sus extremos alcanza una actividad de «fantaseo». Esa actividad adquiere un estatuto metapsicológico. Fantasía filogenética y pulsión de muerte parecen compartir ese mismo estatuto de especulación psicoanalítica.
David Benhaim
David Benhaim
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